ORGANISMOS BENTÓNICOS
U
no
de los grandes grupos de comunidades del mar es el bentos, constituido por los organismos tanto vegetales como animales que viven relacionados con el fondo, semienterrados, fijos o que pueden moverse sin alejarse demasiado de él, desde la marca de la pleamar hasta los fondos de las fosas más profundas.
Las comunidades bentónicas son muy diversas según la naturaleza del sustrato (roca, arena, limo) y la profundidad. En los fondos marinos suele reinar una estabilidad de condiciones muy superior a la propia de las aguas pelágicas, donde se encuentran el plancton y el necton, y que están sometidas a movimientos y cambios incesantes.
Los organismos bentónicos tienen escasa o ninguna capacidad de natación, lo cual les permite adoptar formas que no se ajustan a exigencias hidrodinámicas y, como no se enfrentan con problemas de flotación, pueden desarrollar estructuras esqueléticas gruesas como conchas y alcanzar tamaños considerables.
Sistema Bentónico
El macrobentos marino se agrupa en taxones de diferentes grupos de invertebrados que habitan en los fondos de estuarios, marismas y costas. Pueden ocupar tanto fondos blandos de arena, arcilla o limo como fondos duros de rocas o cantos, variando las especies que aparecen en ellos. Dentro de ella existen diferentes tipos Esta fauna bentónica es un importante componente de la cadena alimenticia de los ecosistemas donde habitan y a menudo transporta no sólo nutrientes a la red trófica, sino también sustancias tóxicas al resto del sistema.
Fuentes de alimentación
Las principales fuentes de
alimento del bentos son sustancias orgánicas que llegan arrastradas desde
tierra firme. La profundidad del agua, la temperatura, la salinidad y el tipo
de sustrato local determinan el bentos que encontramos en cada lugar. En las aguas
costeras y otros lugares donde la luz alcanza el fondo, las diatomeas
bentónicas fotosintetizadoras pueden proliferar. Los invertebrados filtradores,
como las esponjas y bivalvos, dominan los fondos duros y arenosos. Los
sedimentívoros, como los poliquetos, pueblan los fondos blandos.
Macrobentos marino como indicadores de calidad ambiental
Estos organismos presentan una gran sensibilidad a alteraciones del hábitat tanto ambientales como de origen antrópico, respondiendo sus comunidades con cambios en la composición de especies y abundancia. Estos cambios son diferenciales entre las especies, gracias a sus diferentes límites de tolerancia. De esta manera, la comunidad de macrobentos varía frente a las perturbaciones siguiendo una sucesión biológica. Tras una pertubación, únicamente permanecen las especies más tolerantes y los nichos biológicos vacíos pasan a ser ocupados por especies oportunistas que se caracterizan por su mayor tolerancia, su ciclo de vida corto y su baja biomasa (p.ej. oligoquetos, poliquetos, nematodos). Según el medio se estabiliza, la comunidad biológica del macrobentos se va modificando apareciendo especies de etapas más estables de la comunidad caracterizadas por su ciclo de vida más largo, su mayor biomasa (decápodos, moluscos, equinodermos). Este hecho permite que a partir de la monitorización a largo plazo de la comunidad de macrobentos y del análisis en las variaciones en su composición especifica y abundancia, se pueda inferir signos de algún tipo de alteración antrópica o ambiental.
Sucesión Biológica del Macrobentos
Zona Intermareal
En la zona costera o intermareal, sujeta a la acción de las mareas y del oleaje, la fauna y la flora se incrementan de manera extraordinaria, tanto en lo que se refiere a la riqueza de grupos zoológicos y botánicos que la integran, como al número de individuos que la componen. Esta riqueza de grupos animales y vegetales se debe al extraordinario polimorfismo de la región en cuanto a las características fisicoquímicas y de tipo de suelo que se presentan, lo que da lugar a la existencia y desarrollo de las más diversas formas posibles de seres vivos.
Dentro de esta zona pueden considerarse, a su vez, dos tipos de fondos diferentes: los rocosos y los arenosos o fangosos, ambos poblados por gran variedad de especies distintas.
En las zonas rocosas existe un número grande de tipos de celenterados, como hidrozoarios, anémonas, abanicos de mar y corales, que cuando abundan forman los arrecifes coralinos. Son frecuentes también los moluscos de muy variados géneros, como las lapas, que se pegan fuertemente a las rocas, y los quitones, que tienen su concha formada por muchas placas.
Organismos del Intermareal Rocoso
Son característicos también de esta zona los equinodermos, representados por las estrellas de mar, los ofiúridos o bailarinas de mar y los erizos, cuya forma globosa les permite rodar ante los embates de las aguas y que también suelen perforar las rocas, por la acción continua de sus espinas, formando oquedades hemisféricas donde se guarecen.